Transformación del core bancario: 5 tendencias para 2025
El ecosistema bancario está experimentando cambios intensos, impulsados por una digitalización innovadora y unas demandas de los clientes en constante evolución. Los clientes de hoy exigen una banca mucho más fluida y buscan interacciones personales y relevantes que se ajusten a sus necesidades de capital.
A medida que los bancos navegan por este cambio, tendrán que modernizar sus sistemas clave para adelantarse al progreso tecnológico y a los cambios normativos, garantizando una experiencia espontánea a clientes y empleados.
En un mundo en el que ya todas las interacciones bancarias con sus clientes se realizan a través de dispositivos móviles, la digitalización ya no es "buena", es importante. Según un reciente informe de Gartner, la satisfacción del cliente en banca está cada vez más vinculada a la calidad y profundidad de la oferta digital. Cada cliente descontento es una oportunidad perdida, sobre todo ahora que es fácil que se lleven su negocio a otra parte.
Los bancos digitales deben satisfacer las crecientes expectativas de los consumidores. Sabemos que la satisfacción del usuario disminuye rápidamente cuando la tecnología no cumple la experiencia esperada, sirviendo datos que no se ajustan al individuo. Así pues, ofrecer experiencias digitales que los clientes realmente necesiten requiere sistemas que puedan satisfacer sus demandas de la manera más ágil. Hay cinco grandes tendencias que marcarán el futuro del cambio del core bancario:
1. Plataformas bancarias centrales centradas en la nube: Se está produciendo un cambio cada vez más acelerado hacia sistemas bancarios centrales centrados en la nube. Para 20251, se espera que la mayoría de los bancos adopten soluciones basadas en la nube para aumentar la escalabilidad, la agilidad y la rentabilidad2. Las plataformas centradas en la nube permiten a los bancos desplegar actualizaciones rápidas, integrarse con servicios de terceros para satisfacer demandas fluctuantes y ofrecer la escala esperada. Además, la tecnología en la nube debe ser compatible con el análisis avanzado de datos y la inteligencia artificial, que permiten a los bancos ofrecer experiencias verdaderamente personalizadas.
2. La banca abierta y los ecosistemas operados por API: La banca abierta3 está suponiendo una revolución en la prestación de servicios financieros al promover la cooperación entre bancos, fintech y terceros proveedores. En 2025, la API (interfaz de programación de aplicaciones) será la columna vertebral del sistema bancario central, lo que permitirá compartir datos de forma espontánea e integrarse con plataformas externas. Esta tendencia permitirá a los clientes acceder a una amplia gama de productos y servicios financieros desde interfaces únicas, mientras que los bancos podrán capitalizar sus API para crear nuevas opciones de ingresos.
3. IA y aprendizaje automático para la hiperpersonalización: La Inteligencia Artificial (IA) y el aprendizaje automático (ML) se están convirtiendo en parte integral de los sistemas bancarios centrales. Para 2025, los bancos desplegarán la IA hacia experiencias hiperpersonales, que van desde recomendaciones de productos hasta asesoramiento financiero futuro. Los chatbots con IA y los asistentes virtuales gestionarán las consultas habituales de los clientes, mientras que los algoritmos de ML analizarán las transacciones para detectar fraudes, evaluar el riesgo crediticio y optimizar las estrategias de inversión.
4. Integración de la cadena de bloques y las finanzas descentralizadas (DEFi): La tecnología blockchain3 está lista para perturbar la banca tradicional al permitir transacciones seguras, transparentes y descentralizadas. Para 2025, podemos esperar que el sistema bancario central integre blockchain para los pagos transfronterizos, los contratos inteligentes y la verificación de la identidad. Además, las finanzas descentralizadas (Defi) empujarán a los bancos a impulsar servicios híbridos que combinen la banca tradicional con componentes descentralizados.
5. Centrarse en la sostenibilidad y la banca ética: A medida que aflore la preocupación por los aspectos medioambientales, sociales y de gobernanza (ASG), los bancos adaptarán sus operaciones a las preocupaciones por la sostenibilidad. Para 2025, el ecosistema bancario incorporará mecanismos para revisar y registrar las métricas ESG, lo que permitirá a los bancos ofrecer préstamos verdes, seguimiento de la huella de carbono y diversas ofertas financieras sostenibles. Las prácticas de banca ética3 serán mucho más eficaces para atraer a clientes con conciencia social.
Conclusión
El futuro del banca central se define por la capacidad de incorporar agilidad, inteligencia y colaboración. En los próximos años, el imperativo de modernizar la infraestructura, adoptar la nube, los ecosistemas bancarios abiertos, la personalización impulsada por IA, la integración de blockchain y la banca duradera será importante para seguir siendo competitivos. Las instituciones que implementen estas prácticas podrán ofrecer experiencias diferenciadas, aumentar la eficiencia operativa y mejorar los ingresos de una manera nunca antes vista. La plataforma Core Banking deiGCB ofrece una oferta integral habilitada para Open Finance y nativa de la nube que permite a los bancos impulsar una transformación progresiva.
Referencia
1https://www.visionet.com/blog/key-cloud-computing-trends-shaping-the-financial-services-in-2025
2https://datafortune.com/cloud-solutions-unveiled-unlocking-scalability-and-agility-for-enterprises-for-2025
3https://www.finacle.com/insights/research-reports/banking-trends-2025/